martes, 1 de diciembre de 2009

ESENCIAS y poco respeto por el arte


El pasado 6 de noviembre al 18 de diciembre de 2009 se inauguró en la Casa Viña Norte (Plaza de la Concepción) de La Laguna la exposición titulada ESENCIAS, con obras Ana Lilia Martín, Carmen Muruve Pérez, Sara de la Cuesta Taboada y Mónica de Vega. La idea de la muestra surgió una noche en la carpa institucional de la Feria del Libro de Santa Cruz donde se inauguraba también otra exposición de libros (Exposición de libros de artísta y de autor. Homenaje a Bruno Munari). En esta última se acompañó el acto con una suculenta, sino pregúntele a Paco Acosta, degustación de vinos y viandas que se denominaba por los organizadores “Cocina de las estrellas”. Casi cerca de la Luna, algunos y algunas llegaron cerca de la Vía Láctea; ni que decir que después de ponernos "moraos" y saliéndonos efluvios por la piel y por el cerebro, algunas de las mujeres artistas inspiradas por los sabores, o por el vino, decidieron trabajar en un proyecto que tuviera como centro la relación del vino y la gastronomía con el arte. Aunque me tuvieron muy ocupado mientras pintaban, haciendo diseños, pensando en el título de la exposición y, resumiendo, haciendo el trabajo de pinche, resultó que la inauguración fue muy concurrida, la obra estaba de merecer, pero, he aquí el quid de la cuestión, se esperaba, tratándose de una importante marca de vino (Viña Norte) que éste no faltara y que la dichosa boda entre vino y sustento tuviera la talla necesaria para el evento, más teniendo en cuenta que era el proyecto que ellos mismos querian desarrollar; pues no, casi no dio ni para una copa por barba y las croquetas se fueron todas de paseo porque al ser tanta escasas pensaron que era mejor no parar por allí. No es que uno fuera pensando en quedar cenado, pero dado el tema y la idea del promotor del evento, quedó, por decirlo de alguna forma, deslucido. Cuando una institución quiere apoyar y apostar por ciertas iniciativas artísticas, y teniendo en consideración el beneficio que aporta a ésta, no se puede ser tan poco serio; y no cuento lo de las invitaciones y demás porque me doy al vino, que dicho sea de paso es una estupenda naturaleza cotidiana.
Ver Columpios en
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domingo, 29 de noviembre de 2009

Naturaleza cotidianas


Las naturalezas muertas son un género de la Pintura que ha tenido todo tipo de avatares: sublimadas, vilipendiadas, popularizadas, mitificadas, industralizadas, etc. Entre los artisas jóvenes se considera, con frecuencia, un estilo, un género menor, quizá por las innumerables reproducciones y pinturas decorativas de bodegones que abundan por doquier y que han creado un concepto negativo de este tipo de representaciones.


Repasando un poco la Historia del Arte nos encontraremos con obras como la de Juan Sánchez Cotán (1560-1627), Zurbarán, Velázquez, Goya, Morandi, Francisco Zuppo..., por citar algunos de los que mas me interesan y han influido en la forma de entender este género. La idea fundamantal, el principio básico en todos es la utilización de este género, desprovisto de una carga semántica, sin significados ocultos, complejos, para el disfrute del acto artístico en sí mismo, de la conteplación de hecho pictórico, del acto de pintar, de dibujar, de esculpir, de modelar, de fotografiar. La pretención está en saborear el acto artístico como si se tratase de una buena comida, acompañada de un inmejorable vino.
Imagen: Bodegón con fruto negro. Fotografía. 30x 25 cms. 2005